domingo, 28 de febrero de 2016

El síndrome de Raquel

Hola de nuevo!

A ver, ya hicieron el test que inclui en mi post anterior?
Como les fue? Ojala les haya servido.

Bien, hoy cambiaré un poco el tema.

Confieso que me divertí muchísimo preparando este post.

El chispazo que lo originó fue escuchar una vez más a mi madre, como muchas, quejarse al regresar del mercado de lo caro que esta todo. 

No pude evitar que mi cerebro se fuera al archivo de imágenes / sensaciones (un archivo muy activo en mi cabeza por cierto) y tratar de ubicar entre esas cientos de viñetas de Quino y Mafalda que almaceno en mi cabeza, aquellas donde Mafalda presencia esos momentos de descarga de su mamá en contra de la situación económica del país.

Estuve un buen rato navegando por Internet, buscando la imagen que exactamente quería para ilustrar este post y mientras tanto aparecían ante mi muchas otras que me hicieron no solo recordar mi infancia sino también reírme un buen rato con las ocurrencias de todos los personajes.

Mis favoritos siempre han sido Mafalda, Miguelito, Guille, Manolito, Felipe, Libertad y Susanita y si tuviera que darles un orden, seria justamente ese en preferencia.
Posiblemente si hicieran un estudio psicológico basándose en esa clasificación hoy por hoy seria muy cercano para identificar mi personalidad.

Pero volviendo al post de hoy, Raquel, la mamá de Mafalda, se activó inmediatamente en mi memoria. La recordé molesta regresando de la calle y soltando en la puerta de la casa, toda su frustración ya que en el camino es incapaz  de manifestarla a extraños...es lo que llamaría el "síndrome Raquel".


Ella no lo hace en tono de reclamo al gobierno pero si como una queja, a ellos, pero más a los vendedores de productos. Aquí pueden leer la diferencia entre una y otra 

En estos días, conversaba con alguien que me mencionaba que había escuchado a alguien más explicar que, por ejemplo, nosotros los venezolanos no estamos acostumbrados a echarle la culpa al gobierno de nuestros problemas sino a los empresarios, a las empresas, a los locales comerciales, "al portugués", "al chino"...al que nos provee directamente y que eso dicho como una teoría, se debe a que estamos ya tan acostumbrados a que el gobierno, el que sea, no nos de respuestas que sabemos que reclamar o quejarnos con o de ellos, no va a solucionarnos nada.

Y cuando veo ahora de adulta las viñetas de Raquel, quejarse de que "todo esta caro, que barbaridad", entiendo que muchos latinoamericanos hemos crecido con este perfil que arriba les comento.

En los últimos años el "síndrome Raquel" ya no es exclusivo del papel de las madres o de las señoras jubiladas...lamentablemente.

Se ha hecho común comentar en cualquier espacio incluso en los destinados a las distracción, el "que caro está todo"....peluquerías, colas para entrar al cine, en un café, reuniones con amigos...

Como he trabajado en retail/ventas/comercio, creo saber acerca de la cadena de producción y ventas de los negocios, entiendo algo del sistema de perdidas y ganancias e inversión, así que por supuesto tengo un poco más claro cómo y cuándo hacer un reclamo y/o una queja y a quien, y también por ello me ha tocado muchas veces explicar y discutir con quienes usan ese modelo de culpar a todos menos a los verdaderos responsables, cuando se esta pagando alto costo por algo. 
Claro que hay comerciantes que abusan y otros que no, eso es como una ley, pero atacar siempre al que te provee no es necesariamente lo mas justo ni lo que aplica.

Entonces, Raquel, está más presente que nunca hoy, con una inflación de 3 dígitos, resulta estabilizador, tanto como meditar, quejarse y reclamar al llegar a casa de lo caro que está todo y que no se sabe a donde vamos a llegar.

Son preguntas y afirmaciones con las que ademas después que las escucho no sé que hacer, pues no tengo respuestas ni soluciones para ello....así que solo me queda escuchar y cuando no estoy de animo para hacerlo (cosa que me sucede muy a menudo) con mucha semejanza a Mafalda: me quedo callada o busco el lado gracioso a lo que me plantean.

Con esto no significa que no entienda lo grave de lo que pasa pero en verdad el hobby de la queja, es muy agotador y quedarnos allí no va a solucionar nada de manera profunda y contundente.

Hay que hacer más!

Lo confieso: Si tengo que hacerlo, soy más "reclamona" que quejona, sugeriría que seamos un poco menos Raquel!

Hasta la próxima semana!




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