(Esto no es necesariamente LA realidad...es solo el entorno donde me muevo)
Estoy próxima a entrar a una nueva década. Esto es un
secreto para pocos, porque nunca he tenido la necesidad de ocultar mi edad.
Como en toda “fecha de corte” y aunque aun faltan un poco más de
2 meses, es lógico revisar algunas cosas.
Recuerdo que tenia el temor hace 10 años de sufrir el
síndrome de los 30´s es decir darme cuenta de que había llegado a cierta etapa
de mi vida en la que tenia mas cosas que no había logrado que las que si. Sin
embargo “pase lisa” como dicen por allí y no me deprimí ni nada parecido.
Me propuse disfrutar lo más que pudiera de las oportunidades
que se presentaran y así fue.
Casi diez años después estoy aquí de nuevo revisando un poco
lo que ha pasado y me encuentro con que no solo me sucede a mi sino a muchos de
mis amigos.
La mayoría hemos estado en relaciones por mucho tiempo, quizas cargadas de
intensidad de las que hemos sobrevivido y de alguna manera han marcado para
bien (o mal) nuestras vidas y carácter. Nuestras relaciones con padres,
parejas, jefes han influido en eso que llamamos personalidad.
Muchos (o la mayoría) de mis amigos (y con esto me refiero
a ambos sexos) son divorciados, es decir
se casaron pensando que era para toda la vida pero no funcionó. Algunos tienen hijos(as)
hermosos y sanos a los que aman con locura aunque incluso no los puedan ver
todos los días.
Otros siguen en matrimonios en los que a lo mejor (no
necesariamente me refiero a todos) han sido o les fueron infieles pero se
dieron cuenta así de que realmente estaban enamorados(as) ó que era mejor
quedarse allí, en una zona segura. Otros de verdad, están enamorados aun de sus parejas de hace tiempo o recien encontraron a esa persona que buscaban.
Algunos(as) se vuelven a comportar ahora como niños(as)
disfrutando de todo lo que antes no podían incluso con y tanto ó más que sus propios hijos.
Algunos(as) están económicamente estables (algo casi
imposible en mi país) y otros estamos diariamente "superviviendo".
Pero todos tenemos casi 4 décadas de vivencias encima.
Cuarenta suena a número grande, a número de responsabilidad,
un número con el que al parecer no será bien visto hacer más el “oso”por la vida…un número
maduro.
Y así algunos nos tomaremos en serio el calendario ó quizás
pensaremos que este ES (ahora si) nuestro mejor momento.
El tema es que aunque quizás lo queramos tildar de “psicológico”
el número trae consigo una serie de experiencias que nos definen hoy como
persona.
Quizás aun somos intensos porque nos negamos a perder la
esencia y queremos todo para ya, por la inmediatez con que nuestra generación estuvo
siendo obligada a crecer…nos enamoramos temprano, nos unimos, nos casamos,
íbamos a madurar, había mucho de romántico y de repente nos cambiaron las señas y nos encontramos entre el
Y2K y la presión de nuestros padres criados por nuestros abuelos, todos nacidos aun,
en el siglo pasado, literalmente.
Nosotros mismos pasamos de un siglo a otro, arropados por la
tecnología que no hemos terminado de aprender y ya muchos niños décadas menores,
dominan mejor que nosotros.
Así que de alguna forma al parecer crecimos con el derecho
divino de desechar…de botar aquello que nos deja a mitad de camino ante los demás,
eso incluye a las personas, porque tenemos que ponernos pronto al día.
Me siento orgullosa de mi educación, aunque a veces hay
cosas que me gustaría haber podido cambiar para que no afectaran tanto mi
manera de actuar ante algunas situaciones, pero soy lo que soy hoy con posibilidades
de mejorar, tomar nuevas acciones, cambiar reacciones, porque aun hay tiempo de
aprender y de ser humildes para recibir lecciones de otros, mas no de permitir
que esos otros nos hagan sentir menos o inferiores…todos necesitamos una nueva
oportunidad.
Ya a esta edad se supone que uno no debe ser un camaleón
adaptando su personalidad al entorno.
Sin embargo, si que aun podemos revisarnos, cada vez que algo no sucede de la
manera que esperamos, porque quizás es culpa de ese peso que venimos cargando y
que se llama experiencia, pero aun podemos flexibilizarnos.
Estoy a favor de vivir mejor el presente, de no quedarme
unas décadas atrás ni pensar en las que vendrán. Si creo que es importante
asegurarse estabilidad en algunas áreas, pero todo eso hay que hacerlo, ahora,
en el presente.
La mayoría de los
casi 40 que conozco (y algunos que ya cruzaron la barrera pero aun están en
la década) están separados o emparejados
de nuevo, compartiendo custodia de los hijos…la otra parte no lo está, ya sea
porque están casados hace años o solteros como yo y es más común cada día
unirnos a alguno de esos clubes…
Los por qué? son respuestas que aun estamos buscando…pero
que no nos hacen infantiles o fracasados, quizás es que aun seguimos creciendo.
Es fácil decir no juzgues, pero crecer y llegar aquí no ha
sido fácil, algunos aun dudan exactamente de lo que quieren, como definirlo o de
cómo obtenerlo…otros ya estan muy claros y lo han logrado. Cual es la mayoría? Dificil decidir.
Somos felices? Si entendemos eso como momentos particulares
de la vida, diría que la mayoría lo somos, aunque en el fondo muchos aun extrañamos
ese pedazo de juventud que la inmediatez, arrancó.
No se trata de justificar inmadurez, se trata de que nosotros
aun, estamos viviendo.
Y si sientes ganas de criticarme o no estas de acuerdo conmigo,
mira lo que esta escrito debajo de la foto!
:)
:)