domingo, 19 de octubre de 2014

Días de Virosis

(Viernes...hace 2 semanas)
Me picaban los dedos por poder colocarlos en el teclado. Aun no puedo hacerlo por mucho tiempo y por eso escribir estas líneas además de un auto reto, es una acción que me llevará varias horas del día cuando normalmente en una sentada y en menos de 1 hora podría terminarlas…suerte que desde hace unos meses, cuando la musa llega me espera con paciencia hasta que tenga tiempo de dejarla trabajar.
Acabo de tomarme la temperatura por (creo) vigésima vez desde hace tres días al parecer la fiebre está cediendo de 39 a 37 grados.

Al inicio de la semana mientras estaba disfrutando del cierre de mi día libre de la semana, de lo más feliz, de pronto comencé a sentirme muy mal. Síntomas? baja de tensión, sudor, escalofríos, nauseas…hasta allí “normal”… creí que se debía a que para el momento de los síntomas tenía muchas horas sin comer. Me senté. Menos mal no estaba sola, así que la persona que me acompaña desde hace pocos meses y con quien comparto mucho, buscó apoyarme no solo con palabras y compañía sino que también fue por algo para comer y así ayudarme a  recuperar fuerzas y mientras iba y volvía mis manos comenzaron a hincharse y sentir hormigueo. Sentí como si algo las estirara mucho desde adentro y no podía agarrar nada. Esa sensación la tuve por segundos seguramente, pero sentí como si fueron minutos. Una vez recuperada de esas molestias, comencé nos fuimos a caminar y seguir disfrutando de la ciudad.
Volví a casa, a la rutina, comencé a sentir un dolor intenso en la rodilla izquierda, pero recordé que habíamos caminado mucho ese fin de semana también. Tomar un desinflamatorio seguro haría que el día terminara bien.

Al día siguiente al despertar el dolor en la rodilla seguía, coloque gel balsámico refrescante, me incorporé a mi trabajo, pensando que al pasar las horas se quitaría, pero no…empeoró y se unió el dolor en ambas manos, dedos de las manos, la otra rodilla, la espalda y ambos pies…al comer, me di cuenta de que me costaba mucho abrir la boca…pues bien, todos esos síntomas no podían ser solo por hacer mucho ejercicio, entonces algo mas estaba pasando, pero ya saben que en la oficina normalmente  no hay tiempo para pensar mucho en ti, al salir de trabajar me encargaría, entonces no fui a mi curso de idiomas esa noche…sentía que el cuerpo no respondería. Al llegar a casa confirmé en mis piernas un brote que creí ver más temprano…busque y use el termómetro: mi temperatura era de 38,8 grados. Todo esto en solo 24 hrs.
Por suerte, en casa había acetaminofen, suerte, si, esa es la palabra porque en ningún otro lugar incluso hoy 4 días después de haber iniciado los síntomas, lo hemos conseguido: ni en farmacia grande o pequeña, ni en presentación genérica o de marca comercial.
Cuando pasa esto con algo tan sencillo como este medicamento choco con la realidad que no toca sufrir a diario pero de la que no necesariamente vas a escapar: las dificultades por las que pasan en este país las personas que dependen para vivir de un medicamento. Algo básico para vivir establecido en los derechos humanos, algo que como país rico en recursos deberíamos ser capaces de garantizar y no podemos. Nos hemos dejado arrebatar absolutamente todo y esto unido a los síntomas de esta rara virosis por supuesto me hace sentir un poco mas de angustia.

Pero debo reposar.
Al principio tomaba mi temperatura cada 6 horas, pero luego notar que cada vez que la tomaba e ingerir una dosis de acetaminofen que no hacia efecto, entendí que debía disminuir el tiempo entre una toma y toma, es decir que en un día podía estar tomando 6 pastillas, porque tomaba la temperatura cada 4 horas…para mí un exceso, pues casi no tomo pastillas mas allá de las vitaminas.

No se me había ocurrido intentar probar con el otro medicamento Paracetamol…por desconocimiento, desconfianza...quienes me conocen bien saben que cuando confío en algo, o me siento a gusto con ello, aunque pruebe muy posiblemente voy a preferir quedarme allí. Además aun no tenía un médico internista consultado y decreté que encontraría el adecuado en el momento en que lo necesitara o si mi temperatura no se normalizaba antes de 3 días (contados desde el martes en la noche).

Sucedió que en estos 3 días, mi cuerpo dejo de ser mi cuerpo y se amoldó un poco al virus. Pocas horas antes de sentarme a escribir esta nota, no podía abrir una puerta, aun no puedo calzar del todo lo que siempre uso en casa, porque además del esfuerzo que representaba, mis pies hinchados no entran en los zapatos que por cierto ni siquiera son cerrados. Cuesta agacharse, sentarse en el baño o caminar.
Eso sin contar que de verdad no te provoca ni siquiera razonar, pensar, interpretar… es mejor quedar como en “neutro” y dedicarte a reposar.

Los brotes rojizos en la piel un día están otro no y es que hasta en esto, los síntomas, cada persona es diferente.

Hidratación, lo más que puedo, incluida el agua de hojas de mango, canela y clavos de especies que mi hermana mayor recomendó preparar, de la cual solo pude beber dos grandes tazas…por lo que ya pedí que el próximo preparado sea sin canela ni clavos. Mi mayor gusto en estos días es beber jugo frio de manzana (si, ese “nuestro clásico” de cartón que mas que fruta es agua y azúcar) y galletas oreo de vainilla, por lo que en estos cuatro días he consumido posiblemente más azúcar que en todo el año y sin embargo mi estomago aun no la repele.

Por cierto, mi estomago también sufrió al el principio de mucha acidez, poco tolerar lo poco que comía, algo que para mi suerte se corrigió pronto, pues si dejo de comer, es seguro que en verdad estoy muy mal. Mi mamá, mi amada “cocinera” (porque ella misma dice que no llega a chef) uso su “magia” y la comida dejó de molestarme.
Ojos rojos, cara hinchada, mejillas rojas (síntomas que por ahora junto a la fiebre se fueron) pero quedaron, además de las articulaciones aun molestando, una pequeña inflamación en el paladar justo detrás de los dientes delanteros, también tres pequeños chichones que presumimos son ganglios o articulaciones inflamadas que no molestan sino se les toca cerca de la oreja izquierda, muy cerca de donde está la articulación temporomandibular (por cierto esto lo aprendí en durante estos 3 días cuando noté los chichones).

Alguien me dijo que esta virosis además “afinca sus garras” en aquellas zonas de tu cuerpo donde anteriormente tuviste lesiones físicas fuertes…bueh, quizás por eso mi rodilla y cerca de mi oído izquierdos son zonas donde inició y ahora aparentemente desembocan los síntomas…es un pensamiento, no un hecho que cruza mi cabeza.

Conocí que además de mi en estos días varias personas de mi circulo personal y laboral también manifestaron los síntomas. Nunca coincidimos en el mismo sitio y sin embargo muchos “caímos” en la mismas fechas…como si hubiesen enviado una “manada” de zancudos o mosquitos a masacrarnos (seguramente no se dice manada de zancudos o mosquitos pero es que así me los imagino atacándonos para caer).

Muchas de estas personas se “ven” (por sus fotos compartidas o descripciones hechas) peor de lo que me siento yo o quizás yo estoy igual pero no lo manifiesto…no lo sé. Ojala que todos mejoremos pronto.

Tal como me sucedió con el dengue hace más de 15 años, no pasé por la vida sin experimentar esta temporada de virus en mi país. La mayor diferencia entre un caso y otro es que hace años tenía la “tranquilidad” de que podría acudir a un centro asistencial privado, me atenderían a tiempo, encontraría las medicinas y si seguía las instrucciones todo mejoraría sin temor a que de inmediato repetiría los síntomas o la enfermedad. Hoy no tengo ninguna de estas garantías, ni muchas otras.

Yo creo que si te descuidas a los síntomas se le unen el miedo, la desesperanza, la frustración y la impotencia de no poder hacer mucho para resolver en casa. Terrible la idea de permanecer horas “mendigando” atención en una clínica (que por el momento no ha sido necesario) a pesar de tener seguro medico.
Para mi es un recordatorio de que no hay que perder tiempo en cuidarse.
Son algunas reflexiones.

Sábado…ya son 5 días…3 de ellos con 38,5 a 39 grados y sin embargo hoy amanezco con 36,3 como temperatura…increíble! Siguen los ganglios inflamados, los pies hinchados, pero tampoco los ojos volvieron a enrojecer…sin embargo en mis brazos y piernas apareció un fuerte salpullido y comenzó a picarme.

Domingo…ayer todo el día sin fiebre y hoy estuve igual, desinflamados los pies, brazos y piernas con salpullido siguen molestando.

En ambos días recurrí a la Loratadina…poco ayudó pero era lo que tenía a mano. Dosis de Acido fólico, multivitaminico, esos ahora son mis únicos medicamentos.

Lunes Finalmente acudí al médico internista. Aun un poco los ganglios inflamados en la parte de atrás de la cabeza, aun con salpullido como únicos síntomas.
Resultado: exámenes de sangre, eco abdominal, rx de torax y síndrome ADENOMEGALIASCO,  pues el Dr. Indicó que hasta que no tenga los exámenes de laboratorio no puede decir que esto es Chikungunya, pues hay muchas virosis en el ambiente…y cada una esta generando reacciones diferentes. La excesiva inflamación de ganglios para él no era síntoma de esta enfermedad.

Con estos días tengo la suerte de volver a sentir el calor de casa, de hogar. Tengo a dos de mis tres padres vivos, que me han cuidado estas horas con dedicación, mis hermanas bellas colaboradoras y pendientes desde donde estén de cómo apoyar; mi compañero de vida en este momento que a pesar de sus preocupaciones y vivencias en estos días, su manera me dice presente; mis sobrinos que con sus balbuceos de 2 y 3 años de edad me dicen que voy a mejorar; mis sobrinos más grandes que me escriben pendientes de mi evolución; mis familiares que poco a poco se van enterando y se suman a los mensajes, mis compañeros de trabajo…si, sin querer vuelvo a verme consentida y ese afecto, alivio, cariño no lo suministra de verdad ninguna otra medicina, ni compresa, sobre todo en un país que a veces resulta desolador…el afecto también cuenta en el proceso de curarnos.

Domingo: Ya hace casi 2 semanas que comencé a sentir los síntomas…aun mi piel esta sensible y reacciona de manera alérgica a algunos productos que antes usaba con normalidad. Ya no tengo fiebre, no tengo brotes, ni picazón. Aun algunos ganglios de pronto se inflaman o al levantarme en la mañana las articulaciones duelen, pero entiendo que esto no va a pasar tan rápido e incluso hablan de años.

Ciertamente no puedo decir que tuve dengue o chikungunya…solo sé que además del factor ambiente, una virosis afectó por unos días (eso espero) mi sistema inmunológico, menos mal que no tuve gripe pero yo que conozco mi cuerpo, ahora estaré aun más pendiente de cuidarlo.

Lecciones aprendidas? Si…sobre todo que Venezuela debe mejorar y todos estamos susceptibles por vivir en ella a sufrir las consecuencias de las malas políticas de salud por solo mencionar un sector.
A cuidarse y prevenir, no hay más opción.