Años atras mi tía, hermana de mi
mamá, había ido a Brasil. Recuerdo que me dijo que casi no entendió nada del idioma pero regresó
tan feliz que contagiaba. Entonces me preguntaba: ¿qué necesidad tenían los
brasileños de hablar diferente si estaban rodeados de países cuya lengua es el
español ó el ingles?.
Hace unas semanas regresé de
Brasil, fue un viaje de vacaciones que anhelaba hacer pues no solo conocería a
mi pequeña sobrina que nació en Febrero (en pleno carnaval paulista), sino que
además tenia muchísimas ganas de “vivir” Sao Paulo y escuchar de cerca ese
idioma tan extraño para los latinos como es el portugués brasileño. Curiosidad
que se avivó por varias razones: mi hermana se casó con un paulista/paulistano,
ella sudó pero logró hablar el idioma cuando se mudó a Sao Paulo, mi sobrinita
hablará ambos idiomas, Venezuela es un gran aliado comercial de Brasil, Michel
Teló y Gustavo Lima nos invadieron con su música, en 2 años se realizará allá el
Mundial de Futbol y después las Olimpiadas…en fin, razones sobran para que este
año el entusiasmo me llevara allí.
Desde mi experiencia el brasileño
es muy regionalista con su idioma, lo cuida y está orgulloso de él, lógicamente pues
es su lengua materna, y a pesar de que reciben millones de visitantes a
diario, quien desee comunicarse con ellos debe hacerlo en portugués.
El área turística por supuesto
que tiene carteles, publicaciones y descripciones en ingles, pero si deseas
participar de las actividades debes esforzarte por entenderlos, sin embargo en
los últimos años se ha añadido el español como idioma secundario.
Entonces, ya es posible conseguir
letreros en los 3 idiomas y parte de los proyectos electorales de algunos
candidatos incluyen expandir el aprendizaje de la lengua inglesa y española en
las escuelas, lo cual por supuesto es un beneficio desde todo punto de vista.
Personalmente hablo español e
italiano y esto fue lo que me ayudó muchísimo a entender el portugués, por lo
menos en Sao Paulo, después de las 72hrs iniciales de mi estadía, tiempo que mi
cerebro tardó en adaptarse a entender, pues unido a una fuerte alergia por el
cambio de clima (llegue a la ciudad en plena retirada del invierno) al
principio no entendía absolutamente nada.
Con los días descubrí que al
quedar en evidencia ante los paulistas que encontraba en el camino, e intentaba
conversar, de que evidentemente no dominaba el portugués, en lugar de hacerme
sentir como un zombi, se quedaban analizando mis frases y finalmente me decían “ah, Usted habla español” y sonreían
complacidos de encontrar a alguien que lo hablara y ellos se esforzaban por
hacerse entender en su idioma pero un poco más lento y así yo pudiera
responderles también.
Que gente tan buena vibra!
Mi experiencia personal: les alegraba
conseguir a alguien que hable español aunque ellos aun no lo dominen. Es
emocionante saber que en otros países aprecian tanto nuestro idioma.
Y es que solo por hablar español
un grupo de chicos y chicas entre 12 y 15 años me tomaron fotos durante la
visita que hice al Museo de Futbol…para ellos en ese momento yo era "una especie de
sensación" y por supuesto me hicieron sentir un poco de vergüenza por el grado
de atención que me pareció exagerada solo por ser alguien que habla un idioma
que ellos al parecer adoran.
Los demás visitantes se acercaban
a ver por qué el grupo sonreía y lanzaba flashes mientras intentaban practicar
un poco del idioma y de verdad me hizo mucha gracia que todo eso fue solo, por
hablar español.
Sé que para muchos de esos chicos
resultará un shock (como lo es para mí) que palabras que para nosotros están
mal dichas para ellos son correctas…Así sucede por ejemplo con “envolvidos” que
en español significa “envueltos”, pero aún así seguro no perderán su interés
por aprenderlo.
Entonces, si en otras regiones,
el español es un idioma tan codiciado a veces veo con frustración como algunos
se empeñan en atropellarlo, cambiarlo, alterar sus tiempos gramaticales. A
veces me entristece que ante la noticia de que el español es el idioma más
hablado después del idioma ingles, algunos aún no crean en esta estadística.
También me parece triste que algunos traten de “globalizarlo” pero no
enriqueciéndolo sino distorsionándolo.
Creo que es importante que ante
la apertura de nuestros vecinos a conocer y difundir nuestro idioma, nosotros
le demos el valor y el respeto que se merece…
Frases o palabras que aquí se han
popularizado como “fueramos”,
expresiones como “sube las manos
pa´rriba” (y que me disculpe mi adorado cantante Pitbull pero no se la
acepto) entre muchas otras, deberían ser corregidas por quienes las escuchamos,
de manera gentil.
Hablar bien el español, nuestro
idioma nos puede abrir puertas en entrevistas de trabajo, de negocio, no solo
en Venezuela sino en muchos otros países, sin necesidad de mencionar muchas
otras ventajas.
Nunca antes me había dado cuenta
de la importancia de hablar español como lo hice en este viaje a Brasil, creo
que no solamente pude conocer a mi sobrina, hacer nuevas amistades y sentir una
ciudad tan cosmopolita y avanzada como el ideal de lo que deseo sea mi país,
sino que además me permitió reencontrarme con mis raíces latinas, españolas y
sentirme orgullosa de ellas.
Qué bien se siente poder decirle
al mundo: AQUÍ SE HABLA ESPAÑOL!