Tenía más de un mes sin querer saber nada acerca de
política.
La última vez que conversé ó leí acerca del tema de
manera contundente fue hasta una semana después de las elecciones del 07 de
Octubre, fecha con la que deseaba fervientemente terminaran muchas de las
pesadillas que a diario sufrimos despiertos la mayoría (pensaba yo) de los
venezolanos.
En mi sentir esas elecciones pasaron a ser el Triángulo de Las Bermudas de la historia
política contemporánea de Venezuela…
¿Por qué esta comparación? Pues porque en esa zona debido
a la combinación de un denso tráfico marítimo y el tiempo tempestuoso es
posible que algunos barcos se adentren en tormentas y se pierdan sin dejar
rastro (1). Algunas desapariciones son inexplicables ó tienen explicaciones poco
creíbles pero también otras explicaciones, bien documentadas, desmitifican la
fama de esa zona.
Para mí lo mismo sucedió con ese proceso electoral.
Perdimos las naves que pensábamos nos sacarían de la
tormenta en la que estábamos o estamos, en mi metáfora estas naves son la gran
cantidad de votos, que podrían compararse con esas embarcaciones que nos llevarían
a buen puerto para comenzar en un nuevo destino. Algunas versiones de esas
desapariciones tienen lógica y son comprobables y otras, aun, no han podido
demostrarse ó no son creíbles.
Los días siguientes muchos comenzamos a vivir las cinco etapas
del duelo: Negación y aislamiento (el 8 de Octubre algunos ni siquiera fuimos a
trabajar y hasta dejamos de contestar llamadas telefónicas, mientras a nosotros mismos ó a las
personas de más confianza les repetíamos la frase “es que no puede ser”).
Ira
(algunos dejamos de hablarle a los que sabíamos o nos enteramos ese día, que
son chavistas, los sacamos hasta del facebook y otros además se molestaron de
lejos, con la MUD por reírse durante las declaraciones del día siguiente).
Negociación
ante la dificultad de afrontar la difícil realidad, mas el enojo con la gente y
con Dios, surge la fase de intentar llegar a un acuerdo para intentar superar
la traumática vivencia.
Depresión y aquí necesariamente
habría que detenerse y agregar: decepción, desesperación y desilusión…frases
como no voto más, ya no creo en lo políticos,
para que voy a votar, etc. etc., que en mi opinión, no son criticables pero
que no pueden ó no deben ser asumidas como posturas definitivas ante la
realidad de nuestro país.
La quinta etapa es la de la Aceptación, algo que no
estoy segura si aun estamos preparados para vivir pero que definitivamente no se refiere a asumir con resignación
lo sucedido.
Como acontece en el Triangulo de las Bermudas, hay
mucho que investigar aún, no necesariamente hay que dar como cerrado el capítulo
de las elecciones del 07 de octubre.
Recuerden que no hubo celebración, no hubo exagerada alegría de un
lado o de otro porque todos los sectores sabemos que hubo fallas, errores y excesos de
parte y parte.
Aun recuerdo que un conocido unos días antes discutió conmigo
porque siendo él representante de un partido de la MUD, criticaba que yo
promocionara entre mis contactos la tarjeta de la Unidad o la de AD y no la del
partido al que él representaba, y la sensación de desunión que tuve a menos de
48 horas antes de aquella fecha electoral me preocupó y asustó, porque me alertaba que
era posible que esto pasará y a gran escala dentro del grupo que estaba
llevando las riendas de este proceso.
No soy política, porque no pertenezco a un partido
político y tampoco ejerzo algún cargo, pero tampoco soy apolítica, porque vivo
en Venezuela y es el único sitio en el que por el momento puedo y deseo estar: tengo que involucrarme en mayor o menos medida pero no voy a ponerme de espaldas y dejar que todo pase pretendiendo que a mi no me afecte.
Soy una voluntaria de la necesidad de cambio y de la
importancia de mantener la pluralidad y diversidad en los diferentes sectores
que componen la vida del país.
No me toca votar el próximo 16D y sin embargo estoy
trabajando como voluntaria para ese día y para que entendamos como
ciudadanos y no únicamente como habitantes, la necesidad de no
permitir que esta oportunidad pase por debajo de la mesa.
Estoy consciente de que hay mucho poder económico de
un lado de la balanza pero justamente por eso es necesaria la justa
distribución y estabilidad del resto de los escenarios del país.
No podemos permitir que una sola voz se imponga,
porque a pesar del gobernante que tenemos aun así, si existe diversidad,
pluralidad, podemos exigirle un país que por fin progrese.
Un gobierno único con todos aliados a él no permitirá
que nuestras voces se oigan, callaran cualquier denuncia que hagamos, porque
todos deberán seguir a su unico director.
No votar en estas elecciones y las próximas es auto
derrotarnos más allá de la cantidad de votos que podamos o no obtener.
Aun
tenemos tiempo de permitir que lo bueno de algunas gobernaciones y alcaldías han
hecho se mantenga e incremente.
Del Triangulo de Las Bermudas no todo se ha
dicho y así como a veces es inexplicable ver como muchas naves se pierden, en otras
oportunidades muchas naves se salvan y logran salir triunfantes de esa
tempestad.
No naufraguemos, no abandonemos los controles, ni nos
dejemos llevar por la corriente.
No
dejemos de ir a votar.
(1) Definición de Triangulo de Las Bermudas wikipedia