martes, 12 de febrero de 2013

Febrero, Dia 12...


“…Creo que la  risa  es  el mejor quemador de calorías. Yo creo en besar, besar mucho. Creo en ser fuerte cuando todo parece  ir  mal. Creo que las niñas felices son las chicas más guapas. Creo que mañana será otro día y creo en los milagros…”

(AUDREY HEPBURN)

Hace poco leí acerca de las señales, creo en ellas, me hacen pensar que a veces casi todo tiene un porque.
Así observándolas, he atraído cosas y personas a mi vida, algunas de manera inesperada y otras porque fervientemente lo deseaba.
Ahora por ejemplo mientras escribo entra el sol por la ventana e ilumina el cuarto y creo que es parte de lo que deseaba ver mientras escucho una canción que se llama “esperando el sol para brillar”…coincidencia o casualidad?  No lo sé, es mi presente, está sucediendo y lo estoy disfrutando.
Aceptar algunas cosas que no entendemos es inevitable, algunos me dicen que “pasan porque tienen que pasar y punto”, ellos se consideran a si mismos personas simples, que no le buscan las 5 patas al gato.
Habemos otros a los que esa explicación sencillamente no nos conforma y a nosotros, ellos, los simples, nos consideran enrollados ó intensos. Honestamente, prefiero serlo. Siendo así, he descubierto, cosas, situaciones, momentos, canciones, sentimientos y persona maravillosos que se me hubiese perdido si no voy un poco más allá.
No es fácil y no ha sido fácil dejarme llevar, saber que traigo experiencias de mi vida en las que esa forma de ser no me ha dejado buen sabor de boca y me ha sacado lágrimas del alma. Sin embargo me he dosificado y cada día estoy tratando de temer menos a seguir descubriendo por mi cuenta todo lo que puedo.
Me etiquetaron y me dejé etiquetar muchas veces. Me hirieron y me herí y eso marcó parte de mi vida, hasta que me reencontré y me vi sola y me sentí tan aliviada, porque pensé que estaría mejor, protegida…así estuve años.
Hace poco desde muy lejos sentí que me llegó lo que estaba esperando, mi perdón por el pasado que viví, donde me reclamé tantas cosas, donde me critiqué. Y de pronto me di cuenta de que nada de eso hoy me servía y así fue como llegó ese mensaje que nunca creí recibiría…
Fue un gracias por tantos años de amor, un gracias por haber sido yo, porque eso le quedó y marcó su vida para bien y sencillamente ahora, era yo la que no lo podía creer.
Venía ejercitando mi mente viéndome desde afuera, como quería que me vieran los demás, como sé que soy por dentro: una persona con capacidad para dar y recibir sin tener que sacrificar ni criticar, y cada día después de que tomé esa decisión, cosas y personas maravillosas siguen llegando o regresando a mi vida y otras que pensaba indispensables poco a poco se han alejado sin dolor…Así que recibí la aprobación a esta nueva etapa de mí.
Pero casi nada de entrada es sencillo, nada que realmente valga la pena es necesariamente muy fácil ó muy difícil, depende del punto desde donde lo veas. Si necesitas aprender de eso, posiblemente pasará en tu vida un período de tiempo para entender y avanzar.
Y entonces también me llegó una nueva señal, una situación nueva que afrontar, y me llegó sin el manual escrito, sencillamente apareció en mi vida y no me percaté. Como un travieso demonio empezó a colarse en los sitios donde pensaba que por experiencias pasadas, tenía el control, pero no, al parecer de esto se trata la vida: del pasado aprendes pero se debe quedar allí, no te controla, esto es lo que te permite avanzar y vivir el presente.
Escuché que nosotros queremos saberlo todo, queremos dar un paso sabiendo lo que nos va a ocurrir y cómo va a ocurrir, para que no se descontrole nada…a eso se le llama barreras, porque ese espacio de descontrol nos da miedo y es mejor permanecer quietos…pero hoy creo que a veces es bueno dejar de tener el control, lo he vivido y es sencillamente sano darme el permiso.
No se trata de ir desbocada por la vida, se trata de respirar, relajarme y dejar que las personas se acerquen y las cosas sucedan.
Mis experiencias pasadas, son eso, pasado y como también escuché por allí, no debo traerlas a mi presente, si me hacen daño.
Entonces, poco a poco voy: mirando como las cosas suceden, viendo con ese pequeño demonio que hay acciones que de nuevo se manifiestan, pero esta vez no estoy parándome a sufrir ó preguntándome mil veces por qué.
No las comparo con mi pasado, sencillamente si no es lo que quiero, si no me funciona, les dejo espacio para que evolucionen y se vayan. No me estoy culpando. Es el presente, no me conformo y lo mejoro porque solo yo tengo el poder para eso.
Ahora mismo pensaba que era bueno que esto lo leyera una persona antes de publicarlo, pero esa persona en este momento no está disponible para hacerlo, así que en lugar de angustiarme o molestarme, ahora pienso que si esto debe llegar a sus manos, en su momento, llegará.
Estoy aprendiendo que así es que se va el pasado, alguna vez llegará el futuro y vivo mejor el presente.

2 comentarios:

  1. Hola Asbhy. Me gustó y acabo de marcar como interesante tu escrito del blog. Tus reflexiones marcadas por lo vivencial y mi interés en el tema de las "causalidades" me lleva a querer compartir contigo un interesante artículo sobre este tema de múltiples implicaciones. Léelo y me comentas en su oportunidad (nos seguimos en Twitter..=): http://elpais.com/diario/2011/03/06/eps/1299396413_850215.html

    ResponderEliminar
  2. Muchas Gracias!!! Quedo pendiente de comentar tu escrito!

    ResponderEliminar