jueves, 9 de agosto de 2012

De La California a San Martin...

Hoy fui testigo de una situación que honestamente me hizo pensar y ver más alla de las apariencias...
Ante todo quiero aclarar que no soy tan ilusa, sé que hay mucho que hacer, hay mucha gente a la cual hay que demostrarle y convencer, pero creo que podemos tener opción a un nuevo camino.
Por razones que no vienen al caso, me tocó aventurarme y subir a una camioneta por puesto, que cubre la altura La California/San Martin.
Quienes tienen la necesidad o conocen de esta ciudad, saben que eso es atravesar en ese transporte público la ciudad prácticamente de extremo a extremo.
No había mucho tráfico producto de las vacaciones escolares vigentes, así que la ruta se hizo ligera aunque igualmente larga.
A mitad de la ruta, la camioneta paró y subieron varias personas, entre ellas un señor que supera los 65 años de edad, de contextura delgada y vestido de manera humilde. Junto a él subieron en esa misma parada 4 personas todas identificadas con material del partido de gobierno actual.
Primero subieron estos señores además jóvenes y que por su apariencia podrían identificarse como personas de lo que antes se conocía clase media y luego subió el sexagenario quien al hacerlo expresó lo siguiente: “Buenas Noches a todos…menos a los chavistas…a esos ni el saludo”.
Por supuesto nos quedamos todos estupefactos, porque no es usual ese tipo de comentarios públicamente en un ambiente tan polarizado como el de nuestro país…
El señor se sentó y empezó a conversar en voz alta acerca de algunos puntos con la intención de buscar conversación a los partidarios de gobierno. Por supuesto la idea era evidente: obtener respuesta de ellos, lo cual logró.
Al principio nos hizo gracia, porque el señor planteaba situaciones jocosas a favor de Capriles y cantó una estrofas estilo contrapunteo.
Sin embargo comenzó la reacción de los simpatizantes que sin alterarse agresivamente buscaban imponer su opinión alzando la voz. Comenzaron a hacer comentarios y una de las preguntas que buscaba restar meritos a Capriles fue: “Cual es la novia de Capriles?” haciendo alusión a su tendencia sexual y un pasajero de la camioneta le respondió: “la misma de Chavez”…y de pronto: silencio!
Alguien vio el reloj (de marca) de uno de los que iba defendiendo al “comandante” y le preguntó: “Y tu reloj es cubano?” nuevamente: silencio!
 
De inmediato (como cosa rara) los chavistas comenzaron a insinuar cosas sobre el candidato opositor más fuertes y defender a su opción política, siempre a voz alzada.
Por supuesto el señor no se quedó callado e inmediatamente comenzó a dar un discurso en base a sus conocimientos académicos y experiencia de vida, mencionando hechos a los que los chavistas tuvieron que quedarse callados nuevamente. Por ejemplo:
Les habló ("por si no se los habían contado") de la invasión de la guerrilla cubana cuando Castro había decidido derrocar al presidente Rómulo Betancourt, elegido democráticamente en 1958 matando a militares venezolanos… de nuevo por parte de los señores oficialistas: silencio!
Les preguntó si sabían que significaba la octava estrella en la bandera… y de nuevo los señores oficialistas: silencio!
Les preguntó porque Chavez había cambiado la orientación de la cabeza del caballo en el escudo… y de nuevo los señores oficialistas: silencio!
Pedían respeto para Chavez mientras hablaban de manera despectiva de Maria Corina, Capriles, etc…hasta con la estatura del sexagenario se metieron. No voy a dejar de reconocer que en algún momento el sexagenario se puso molesto y empezó también a manifestar su rechazo al presidente de manera un poco altanera, lo cual tampoco es digno de apoyo por mucho que no lo toleres.
Comentarios iban y venían, realmente algunos sosos sobre todo de los partidarios del gobierno que no respondían a los planteamientos que se les hacían.
Finalmente una señora que iba en la camioneta junto al chofer, les dijo: “¿pero Uds se están oyendo? piden respeto burlándose de los demás? No hace falta decir groserías para ser grosero, la manera despectiva de hablar que tienen es aun peor”
Pidió que dejaran de gritar y discutir porque aunque fuese de manera jocosa no era agradable estar en un ambiente hostil.
Otra persona apoyando este argumento además indicó que debían respetar la edad y condición del señor a los que los partidarios del oficialismo comenzaron a “pitar” en tono de burla.
Personalmente esto finalmente me hizo reaccionar por lo que intervine apoyando las opiniones de estas personas indicándoles que era increíble a donde habíamos llegado, que esto no se iba a resolver discutiendo entre nosotros, que para eso estaban los votos y que la decisión es individual. Les indiqué que me parecía realmente absurda la conducta mal educada de todos ellos, que ante un llamado al orden y la calma reaccionaran pitando, que esa es la Venezuela en que nos hemos convertido y en la que no podemos seguir viviendo…y entonces en toda la camioneta: silencio!
Por unos minutos el señor volvió a hablar y de nuevo los partidarios oficialistas iban a comenzar a responder, hasta que llegamos a un punto del camino en el que (al fin!) los del PSUV les correspondía bajarse.
Una de estas personas tratando de irónicamente, ser educada dijo: “Buenas Noches para todos” y la gente de la camioneta (que iba bastante ocupada de pasajeros) imagino qye molesta, no respondió.
Ante esto antes de bajarse el último de ellos dijo algo a favor del presidente vigente que no alcance a escuchar, porque todos los que aun iban sentados en el transporte lo interrumpieron gritándoles: “¡hay un camino, hay un camino…claro que hay un camino!” y finalmente se tuvieron que bajar.
Hasta el chofer del bus finalmente dio su opinión: “Nunca he votado ni votaré por Chavez, soy un joven universitario que hago este trabajo para ayudar a mi papá y siento que aquí no hay futuro”.
Hubo otros comentarios en el bus: “¿Por qué países como Brasil y Colombia que están al lado de nosotros han logrado llegar al siglo XXI en varios niveles y nosotros seguimos igual hace años atrás?”.
En verdad no me dio chance recoger todas las impresiones que la gente comenzó a compartir.
El carro llegó a San Martin, Capuchinos, y el sexagenario que había comenzado todo, nos deseó buenas noches y pidió que por favor lo dejaran en la próxima parada y así fue, se bajó y siguió caminando San Martin adentro y de nuevo el joven conductor habló: “Me quedó loco porque al ver a ese señor yo hubiese pensado que era chavista, nunca creí que fuera un opositor”.
Yo no quiero dejarles mi opinión, solo les dejo la historia y les digo: saquen Uds. sus conclusiones…

1 comentario:

  1. Muy bien narrada la historia reciente que le tocó vivir a nuestra querida amiga, autora del post en comentario. Su forma sencilla, amena y descriptiva hacen más agradable la lectura. Sugiere que demos opinión, pues ella se limitó a describir lo vivido. Pues bien, en presencia estamos de la polarizada situación que vive el país, derivada del lenguaje violento y agresivo del gobernante, principalmente, y luego de sus acólitos que se pelean a ver quién lo emula mejor (bueno, esto último es un decir). Se trata de la situación dilemática a la que nos ha llevado el discurso de odio de la mandonería, que no escatima esfuerzos para perpetuarse en el poder, con el permanente lenguaje violente de ideas explosivas y planes diabólicos. Pensé por un instante que la autora, nuestra querida Asbhy, nos hablaría de algún desenlace que lamentar. Menos mal no ha sido así. Celebro su escritura, lamento el paisaje de cuchillos en que se nos ha convertido la cotidianidad.

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