AMORES DE ESTADO

Algunos días, atrás el tráfico de tweets acerca del estatus sentimental del candidato por la Mesa de la Unidad, se incrementó considerablemente, por lo menos en mi TL.

Semanas antes, una foto, que no sé de dónde exactamente surgió, en la que una chica muy guapa le pasaba el brazo por encima del hombro al candidato mientras posaban “espontáneamente” al lente de un tercero, levantó una ola de rumores, que así de rápido como aparecieron se diluyeron en las horas.

Ese día los rumores dieron paso a la controversia acerca de si la chica en cuestión era la ideal para acompañar al Sr. Capriles en este camino que emprendió el día que fue elegido en elecciones primarias.

Observaciones como la edad, la apariencia, etc., finalmente llevaron a opinar hasta sobre la posible madurez de la modelo de la foto, etc.

Ni hablar de lo que sucedió el día de la inscripción del candidato ante el CNE cuando su ex, novia de tantos años, acudió a presentarlo ante miles y miles de personas que se reunieron en una fiesta en el centro de la ciudad solo para verlo hablar unos minutos…Una jugada que creo fue inteligente, de la que posteriormente yo hice una interpretación que en parte me reservo.

Aunque debo confesar que una de las preguntas que me hice fue: “y por qué no escogieron a su otra ex, que trabaja en un medio frontalmente opositor como su propuesta y que se supone esta sola y no tiene hijos…?”

La respuesta a esa pregunta me la di, en un razonamiento que creo lógico, pero personal, así que como dije en líneas anteriores, me reservo.

Volviendo al motivo de este post, las horas siguientes a ese “reencuentro” surgieron muchas versiones y opiniones.

Personalmente dediqué algunas horas del poco tiempo libre que tengo a revisar rápidamente gracias a las bondades de la velocidad de la Internet, información y publicaciones de los años en los que la pareja de la tarima del CNE estuvo unida y luego pusieron fin a su relación, e incluso sobre cómo se han comportado públicamente los últimos años…Tema que confieso honestamente, antes no era de mi interés…Quizás porque entonces no imaginaba se sucederían las cosas como han sido hasta ahora y que finalmente el Sr. Capriles llegaría a ocupar un puesto tan importante en la historia de nuestro país.

De esta información hice algunos comentarios en mis tweets, acerca de si estaría bien que el candidato se uniera con su ex como pareja-fórmula para continuar el camino y un largo “ETC”.

Algunas personas se unieron dando sus interesantes y hasta jocosas opiniones pero también recibí críticas que tildaron el tema de “superficial”  ante el tenso momento político que vivimos… pero en fin, cada quien tiene su opinión.

Luego en la calle, entre compañeros de clases, compañeros de oficina, en la cafetería, en el kiosco y hasta en el gym, había gente que hablaba del tema como si tuviese el derecho (o deber?) de opinar y en “YouTube” los videos que permiten revivir el momento de la presentación en la Plaza Caracas ese domingo, se multiplicaron en cuestión de horas.

En los medios y en las redes sociales lo que más leí y escuché en esos días fue un “sí”, que apoyaban que volvieran, pero “si esto no es posible” entonces “preferían” a alguien más preparada académica o laboralmente, pero que no fuese necesariamente de un estatus social muy alto porque la idea es que la candidata sea alguien “como uno”…Que no sea una Miss, que sea educada, que sepa de la realidad de los venezolanos, que vaya al mercado, compre ropa y comida “como uno”, que la mujer sea acorde a la edad del candidato (es decir no menor de 32 años ni mayor de 40 años)… Que sería “chévere” si es bonita, fresca, ó no habría problema si hasta está un poco “buena” (con estas expresiones me queda claro que aparentemente no quieren a alguien poco presentable representando a la mujer venezolana), pero repito, eso sí: que no sea una Miss y menos una “explotada”… Hasta leí “Debería ser alguien como la que describió el autor de la canción Venezuela”…

Al final el “censo” al parecer arrojó que todos coinciden en que esperarían que él eligiera a alguien “normal”…

Posiblemente muchos de los que lean estos “resultados” no difieran de ellos o puede que sí.

Personalmente hay varias lecturas que me quedaron:

1)    La gente está viendo a los políticos, por lo menos a los “protagonistas”, como individuos que deben ser cercanos a la sociedad, al ciudadano común, porque dejaron o deben dejar de ser, una elite, gente inaccesible. Esto no necesariamente está atado al origen social sino más bien a como ese político percibe a sus compatriotas y estos a su vez lo perciben a él. Cercanía, sin necesidad de caer en la informalidad excesiva, porque aun es necesario que exista el respeto hacia esa figura.

2)    Lejos de ser un tema superficial, para muchos es adecuado que a futuro (no necesariamente de inmediato) el candidato dé a conocer a la persona que represente la figura de primera dama (por el momento de la Gobernación) como una mujer venezolana promedio…Quizás esto es un “asunto de Estado” porque el entorno familiar y sentimental de una persona influye pesada e indiscutiblemente sobre su estabilidad y desempeño, cuestión además que se han comprobado científicamente y nos sirve como referencia a quienes trabajamos con la selección o manejo de personal y la gente piensa que para ello no es necesario alguien fuera de lo común.

3)     Al parecer los venezolanos estamos adoptando un papel activo (al fin!) en cada uno de los aspectos que involucran el manejo y estabilidad de un gobierno…Muchos hemos entendido que debemos participar activamente en cada área que nos pueda afectar en el presente y en el futuro.

4)    No hemos dejado de ser el país de las novelas…díganme QUIEN no va a estar pendiente de con quién se quedará el protagonista al final? Y por supuesto no podremos dejar de opinar.

5)    Hay algunos que dudan (aun) de la preferencia sexual del candidato pero la gran mayoría espera que sea heterosexual. A mi parecer la duda es ridícula pero aun estamos en democracia.

Finalmente lo importante es que el Sr. Capriles escoja a quien realmente le convenga y le haga sentirse feliz, que al final es lo que todos los seres humanos buscamos: ese alguien que esté allí, pendiente de cómo nos va, que nos apoye o nos diga cuando lo estemos haciendo mal o bien, que nos respete y nos valore, que nos ayude a crecer en las diferentes facetas, que nos tenga paciencia, que le guste y respete lo que nos gusta hacer y que aunque podamos tener diferencias sepamos cómo eliminarlas o en su defecto no permitir que nos desunan. Que tengamos el mismo proyecto de vida y unirnos para cumplirlo. Si es bien parecido o no? …Lo que es bello para unos, para otros no lo es.

Entonces la aceptación definitivamente pareciera no ser solo un asunto de estética.

Me permito escribir este post como una ciudadana, desde afuera, no desde el ámbito personal ya que al Sr. Capriles no lo conozco, pero me llamó poderosamente la atención como este tema tomó tanta importancia e incluso muchos medios inmediatamente lo reflejaron y es incluso pregunta obligada en las entrevistas que le realizan.

Imagino que en el fondo él sabe que ciertamente su relación sentimental es considerada para muchos, como sucede en la monarquía, un amor, digo, un asunto de estado.

En fin, ojalá que se enamoré “bien” y sea feliz, porque en este caso la “familia política” de ambos es muy, muy grande y el compromiso muy serio pero el contrato realmente importante lo tiene con su vida y con su futuro como persona.

Si uno no cumple este compromiso consigo mismo, creo que nada en la vida sale bien.

Asbhy Aular Torres