domingo, 8 de enero de 2012

Corre la voz, llego 2012


Un año nuevo, lleno más que nunca de expectativas...


Feliz año para todos por cierto…no sé hasta que día de enero sea apropiado decirlo, pero aun estamos en los primeros 10, así que aun se vale.
Usualmente en estos primeros días del año uno hace un resumen de lo que se supone dejó en el año anterior y seguramente con el objetivo principal de mejorarlo, superarlo ó no olvidarlo.

Yo la verdad es que puedo decirles que 2011 fue un año bueno, mejor de lo que pensaba en muchos aspectos, aunque quizás con algunas situaciones que hubiese preferido no tener que vivir, pero que entiendo pasan siempre por algo…gracias a Dios fueron situaciones netamente sentimentales, de esas que te llegan y te hacen pasar un mal rato, pero que no te matan, así que yo entro en la categoría de aquellos que hacen el resumen para mejorar o superar y por eso prefiero enfocarme en lo bueno.
Así que arrancó 2012 y en esta primera semana del año, me estoy planificando para concretar metas, porque además arrancó rápido: yo al 2do día estaba trabajando, ya pasé mi primera rabieta laboral, próximamente llega el primer lunes bancario, ya me reí de mi porque me di cuenta de que la llamada que esperaba el 1ro de enero no llegó nunca pero honestamente no me importó (gracias por recordármelo @elpulgarin), ya vi mis dos primeras películas del año en el cine, las clases inician pronto y por supuesto como muchos de Uds. ya gasté mi primera quincena del año que se compone del remanente que quedaba en mi cuenta del 2011 y la 1ra quincena de 2012 que por cierto, aun no he cobrado…normal pues…

Cabe destacar que una de las metas que quiero concretar este año, es gastar solo lo necesario, así que quizás no estoy comenzando muy bien…verdad?
Asi que mejor no perder mucho tiempo!
Hace unos años atras me ponía muchas metas en la cabeza, las escribía en un papel (aun lo hago) pero cuando terminaba el año y hacia el resumen venia la frustración porque la mayoría no se habían vuelto realidad en mi vida, así que al año siguiente algunas las repetía o agregaba algunas nuevas pero al final del siguiente año, casi todo volvía estar igual…así que de nuevo: frustrada!

Me preguntaba “¿Qué estoy haciendo mal?” …comencé a leer, a investigar, a ver a aquellas personas a mi alrededor que son felices con lo que hacen y tienen.
Eso no necesariamente les hace conformarse y por el contrario, siguen tratando de que eso que tienen bueno en su vida, no solo se mantenga sino que mejore.
Por suerte muchas son personas cercanas a mí, así que me fue más fácil, estudiar el “fenómeno” y descubrir algunas cosas que yo he dejado de hacer y que decidí retomar para mi vida…
Qué cosas hacíen ellos?

El descubrimiento fue que mis metas, sueños y objetivos, no dependen de otros, dependen solo de mi y de mi fe en mi misma y en Dios (o como le llames en tu contexto)...Estas personas, no son perfectas y no se crean falsas expectativas, pero no dejan de tener sueños o metas y evitan utilizar la palabra imposible...no son de estos optimistas exagerados y edulcorados pero no se echan a morir en los momentos malos, hay que seguir y dejar pasar, no enfrascarse en un mismo tema!
Lógicamente hay metas en las que seguramente tenemos un alto porcentaje de participación pero que están atadas también al destino, la suerte, etc.…

Lo importante es estar clara de qué sucederá si llega el final del año y aunque haya hecho mi mejor esfuerzo, esas metas que no dependen del todo de mí, no se concretan.
Las metas realmente importantes en este nuevo año y que son las mismas de la gente que “investigué”?

Por ejemplo: Pasar más tiempo de calidad con mi familia, disfrutar cada minuto libre fuera de la oficina, hacer un resumen de los logros que he obtenido profesionalmente y sentirme orgullosa de ello, estudiar y/o trabajar en lo que realmente me gusta, reconciliarme con mi cuerpo: entenderlo y cuidarlo, cultivar mi variado grupo de amistades, apartar a la gente realmente toxica de mi vida y hasta de mi facebook.
Para sentirme más tranquila ser un poco más comedida al decir lo que pienso y siento, pero no dejar de decir ni sentir.

Demostrar a la gente que amo cuanto les amo aunque no sea necesariamente correspondida; escuchar la música que me gusta así a los demás les parezca horrible, leer los libros que realmente quiero, tomar espacio y tiempo para mí y ser “egoísta” con eso sin sentirme culpable después; mejorar mi carácter; ser más tolerante; no conformarme; dejar de quejarme y actuar.
Ser voluntaria en algunas organizaciones que trabajen con niños que tengan limitaciones económicas, físicas ó educativas; cuidar el ambiente, tener buena relación con el dinero  y sobre todo mantener vigente el que para mí fue el aprendizaje más importante de 2011: no tomarme las cosas tan personalmente..

Esos siguen siendo mis propósitos principales en el 2012, porque son propósitos perpetuos…no caducan nunca mueren y por eso también sigo viva, para conseguirlos.
Otra ventaja? Lograrlas no solo me harán bien a mí sino a muchísimos otros.

Que todos concretemos las buenas metas y propósitos! 
Feliz 2012, corre la voz!!!

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